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San Antón

Fecha de celebración: 17 de enero, festividad de San Antonio, Abad, patrono de los animales y precursosr de la vída monástica.

San Antonio Abad, conocido como San Antón, es el patrono de los animales, y siendo Orgaz un pueblo agrícola y ganadero, necesariamente su fiesta ha sido siempre muy importante, celebrandose por todo lo alto y con la participación y entusiasmo de todo el pueblo. Una imagen del santo se venera en el templo parroquial.

Esta celebración seguramente tuvo sus origenes en una fiesta pagana, como tantas otras, y muestra todos los rasgos típicos de una celebración del solsticio de invierno: las hogueras, la quema de cosas viejas, y la bendición de bestias y ganado.

 

Luminarias

En Orgaz la celebración comienza en la víspera del dia de San Antón. Por la noche se  encienden en los barrios  las luminarias , que son hogueras de leña en las que se aprovechaba para quemar los trastos viejos. El protagonista de esa noche es el fuego, que tiene una doble significación: por un lado como elemento protector que sirve para alejar maleficios y malos espíritus y por otro como elemento regenerador que trae la purificación y la vida.
En la plaza del pueblo, el Ayuntamiento colocaba cargas de leña suficientes para encender la luminaria más grande.
Actualmente es costumbre que los vecinos, reunidos en torno a la luminaria, hagan y coman las típicas migas al calor del fuego.


Una luminaria de San Antón. Año 2003. Foto: Santiago Gómez

 

Bendición de piensos y animales

El día del santo por la tarde tenía lugar la bendicíón de piensos y animales.
En la plaza se congregaban los labradores y los gañanes de las casas grandes con sus mejores caballerías, así como los pastores con una muestra de sus ganados, y otros animales.
El Sr. Cura , revestido convenientemente, se colcaba ante la puerta de la iglesia frente a todos los congregados, y desde allí hacía unos rezos y bendecía con agua bendita a los animales y a los piensos que sus dueños habian allí depositado.


Bendición de piensos y animales

 

Vueltas de San Antón

A continuación se organizaba una comitiva con todas las caballerias y animales para hacer por tres veces un recorrido festivo por las calles del Barruelo, El Muro, Campana, Alonso del Pozo y la Plaza, lo que se conoce como las "vueltas de San Antón".


Preparados para comenzar las Vueltas de San Antón, año 1954

Antiguamente se enjaezaban las bestias para la ocasión con los mejores aperos y adornos de colores, y se embellecían con trabajos artísticos que sobre ellas "labraban" los esquiladores, dibujando con sus tijeras autenticas filigranas sobre los lomos de las mulas y burros. A este respecto se organizaba un concurso , que solía ser reñido, en el que se premiaba el mejor trabajo de los hechos por los esquiladores.



Mulas preparadas para "la vueltas"

Para asistir a "las vueltas" habia orgaceñps que se disfrazaban, formando  una especie de comitiva carnavalesca que acompañaba al desfile de los animales. Una de las coplas propias del día, que refleja el ánimo festivo de la ocasión,  dice así:

"San Antón como era viejo
tenía barbas de conejo
y su abuela Catalina
las tenía de gallina".


Bestias engalanadas y orgaceños disfrazados

 

En la actualidad las vueltas, que han perdido su carácter agrícola-ganadero, han retomado vitalidad y son abundantes los caballos y animales de compañía que acuden a la cita anual con el santo cuando llega la fiesta de San Antón.

 
Vueltas de San Antón en la actualidad
Fotos: Santiago Gómez, 2022

 

El guarro San Antón

En Orgaz se conservó la tradición del guarro de San Antón, que también existía en otros pueblos de la región, hasta mediados del siglo XX.

Siendo yo niño era habitual encontrarte por las calles con un cerdo, bastante sucio pero bien rollizo, que deambulaba a su antojo por el pueblo. Era "el guarro San Antón", así se le nombraba.

El día de San Antón, un cerdito de corta edad, donado por algún devoto, era bendecido y pasaba a ser propiedad común del pueblo. A partir de ese día todos los vecinos se sentían responsables de su cuidado y alimentación. El animal durante todo el año, en su callejeo diario por el pueblo, visitaba las casas en las que le daban de comer, recogiéndose por la noche en el corral del Hospital que está en la plaza.

Al año siguiente el guarro era subastado en la fiesta del Santo, después de la misa.

Era muy característica su suciedad ya que, como es propio de estos animales, se revolcaba en los chorreros, charcos y lodazales, entonces frecuentes en nuestras calles. Esta imagen del animal sucio y vagabundo ha permanecido en el lenguaje de los orgaceños, haciendo referencia a él cuando se quiere reprochar a alguien su falta de aseo, diciéndole «eres más sucio (o más cerdo) que el guarro San Antón» o frases similares. Tambien existe el dicho «eres peor que el guarro San Antón» como reproche a una persona muy andorrera que no para nunca en su casa.

Pero ¿de dónde puede venir esta costumbre?

Cuenta una leyenda que en cierta ocasión una jabalina acompañada de sus jabatos que estaban ciegos se acercó en actitud de súplica al eremita San Antón y el santo les curó la ceguera, y desde entonces la madre no se separó de él y le defendía de cualquier alimaña que se acercara. Por eso se representa a San Antón con un cerdo a sus pies, lo que también significa que, dado que el cerdo era un animal impuro, el santo llegó a dominar la impureza.

Por otro lado, parece que en la Edad Media los hospitales de beneficencia, como los que existieron en Orgaz, criaban cerdos para proveerse de los sustentos necesarios para sus pacientes y solían soltar los animales por el pueblo para que fueran criados y alimentados solidariamente por sus habitantes. Y para que los cerdos fueran respetados y para que la gente no se los apropiara los bendecían y los ponían bajo el patrocinio de San Antón antes de dejarlos en libertad para que vagaran por el pueblo y sus alrededores.

Es curioso que en el Hospital de San Lorenzo de Orgaz, existe un pequeño corral en el que se conserva una pequeña cuadra o "guarrera" en la que al terminar el día se recogía el guarro de San Antón y allí pasaba la noche. Una persona se encargaba de tener limpia la cochinera y de facilitar la entrada del cerdo al atardecer y darle salida a la calle a la mañana siguiente. El último encargado de esta responsabilidad fue Jerónimo , conocido por el apodo de "Ojo Chico".

Se perdió la tradición del "guarro San Antón", pero nos ha quedado su "guarrera".


Orgaz. Hospital de San Lorenzo. «Guarrera» del guarro de San Antón
Fotos: Santiago Gómez


 

 

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Creación: octubre 2000 / Última modificación: septiembre 2022