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JUAN SÁNCHEZ COTÁN

Sumario


Presentación
Datos biográficos
Autorretrato
Partida de bautismo
  Francisco Pacheco habla de Cotán
Sánchez Cotán en Granada
Poema de Jorge Guillén
Sánchez Cotán , maestro del bodegón:
Sánchez Cotán y el despertar de una visión
Los bodegones de Sánchez Cotán en el Prado

El "ultimo" Sánchez Cotán
  Galería de imágenes
Bibliografía sobre Sánchez Cotán
Enlaces de interés


Maestro del bodegón
El "último" Sánchez Cotán

 

"Una obra maestra sale a la luz", es la cabecera que el diario El Pais coloca en las dos páginas que dedica para dar la noticia del descubrimiento de uno de los nueve bodegones de Cotán titulado Bodegón con flores, hortalizas y un cesto de cerezas.

A continuación reproduzco los dos artículos publicados el dia 16 de septiembre de 2010, y un video de RTVE

 

 

El 'último' Sánchez Cotán
Identificado el óleo 'Bodegón con flores, hortalizas y un cesto de cerezas', séptima naturaleza muerta conocida de las nueve que pintó el gran maestro toledano del XVI

ÁNGELES GARCÍA - Madrid - 16/09/2010



El paradero de la obra del maestro Juan Sánchez Cotán (Orgaz, 1560 - Granada, 1627) ha perdido un eslabón en su halo de misterio. El pintor toledano que convirtió el bodegón en todo un género ejecutó un total de nueve naturalezas muertas. De ellas, solo seis estaban localizadas y catalogadas.

El paradero de la obra del maestro Juan Sánchez Cotán (Orgaz, 1560 - Granada, 1627) ha perdido un eslabón en su halo de misterio. El pintor toledano que convirtió el bodegón en todo un género ejecutó un total de nueve naturalezas muertas. De ellas, solo seis estaban localizadas y catalogadas. La séptima, Bodegón con flores, hortalizas y un cesto de cerezas, acaba de ser identificada; pertenece a los David-Weill, una acaudalada familia de banqueros franceses cuya matriarca, Eliane David-Weill, legó la pintura a sus hijos hace dos años. El cuadro se encuentra ahora mismo en las dependencias de una galería de arte madrileña, Caylus.

Sánchez Cotán fue el primero en otorgar a sus bodegones la categoría de género pictórico. Sus frutas y verduras impregnadas de metafísica le consagraron en vida y le convirtieron después en verdadero artista de culto. Gracias al testamento que realizó al abandonar Toledo e ingresar como cartujo en Granada, se sabe que pintó nueve bodegones. Ahora solo quedan dos de ellos en paradero desconocido.

Sometido a una sencilla operación de limpieza, el último Sánchez Cotán se expuso el pasado mes de abril en la Fundación Gulbekian de Lisboa. Por el momento, se desconoce si sus propietarios franceses tienen la intención de ponerlo a la venta, aunque la noticia de su localización ha levantado ya grandes expectativas entre coleccionistas públicos y privados.

Bodegón con flores... es un óleo de 89 - 109 centímetros, con una composición algo diferente a la de los restantes trabajos del artista. De los que se le conocen, es el único en el que el pintor incluyó flores: en concreto, azucenas blancas y rosadas, similares a las utilizadas por El Greco en algunas de sus composiciones. El elemento central del cuadro es un cesto de mimbre cargado de cerezas y rematado con claveles. Dos manojos de espárragos, un plato de judías verdes, alhelíes, rosas y azucenas ocupan la base de la alacena. La negritud del fondo del lienzo recrea sus clásicos vacíos profundos poblados de sombras y misterios de forma que lo natural vuelve a unirse con lo sobrenatural. Como en el resto de su obra, la colocación de los objetos, siempre escasos, parecen organizados en función de alguna regla matemática o procedente de mundos esotéricos.

Pulsar para ampliarEl historiador y comisario Peter Cherry explica, en el número de octubre de la revista Ars Magazine, que se trata de un lienzo en el que se muestran los cuatro lados de su habitual escena a través del marco de una ventana proyectada en perspectiva desde un punto de vista bajo. Dentro del marco están todas sus naturalezas muertas, de forma que convierte la superficie del cuadro en una abertura ficticia, una estructura donde localizar objetos de tamaño natural.

La obra fue realizada para decorar la parte alta de un interior y debe contemplarse de abajo hacia arriba, única manera de apreciar la perspectiva del bodegón. Hasta su retirada del mundo civil, a los 43 años, Sánchez Cotán era ya un artista cotizado. Los encargos le llovían. El bodegón localizado habría sido pintado por deseo de una rica familia toledana. En su estudio, Peter Cherry argumenta con detalle cómo esta obra figura entre las primeras naturalezas muertas españolas con flores.
Aunque el paradero del bodegón fue un misterio durante mucho tiempo, su trayectoria está documentada.

Actualmente es propiedad de los David-Weill, una familia de banqueros franceses con propiedades en Cataluña. La madre, Eliane, creó una importante colección de arte y en la década de los 60 compró el bodegón de Sánchez Cotán en la sala Parés de Barcelona. Décadas antes, en 1936, la obra formó parte de una exposición de bodegones de la colección de Juan Martínez de la Vega, aunque en esa muestra se exhibió bajo la autoría de Zurbarán con una interrogación añadida.

Enrique Lafuente Ferrari fue el primer especialista que publicó una investigación detallada sobre el bodegón y demostró la autoría de Sánchez Cotán, desmontando de golpe todas las dudas que pudieran plantearse. Es un trabajo que ahora se ve complementado con la tesis de Peter Cherry. Un sello estampado en el bastidor prueba que el cuadro estuvo en Suiza, lo que parece indicar que durante la Guerra Civil, sus propietarios lo entregaron a la junta de salvación de obras de arte creada por la República, encargada de proteger piezas de arte de propiedad pública o privada.

La media docena de bodegones de Sánchez Cotán ya conocida es difícil de contemplar: parte de ella se encuentra en colecciones privadas. Parcialmente se han podido ver algunos de los bodegones en exposiciones monotemáticas, como la celebrada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao en 1990.

El Museo del Prado posee uno de los primeros trabajos que se conservan de Sánchez Cotán: Bodegón con caza, hortalizas y frutas, un óleo de 68 - 89 centímetros adquirido con el famoso legado de Villaescusa. Se pagaron 435 millones de pesetas en 1990. En él, un cardo absorbe la luz y rompe con sus curvas la disposición geométrica de los otros elementos. La adquisición fue todo un acontecimiento porque se cubría, al menos parcialmente, el agujero creado en las colecciones reales, donde la suntuosidad de las naturalezas muertas de los Países Bajos habían desplazado al bodegón español. El resto de su obra se encuentra repartida en museos de San Diego, Chicago y en diferentes colecciones particulares.

Bodegón con cardo y zanahorias
es su última pintura de este género. Se encontró en Granada, en 1835, durante la supresión de los conventos. Aquí ya no hay ni flores ni frutos. Los alimentos se reducen a la mínima expresión. Todo el protagonismo es para el vacío de sus fondos negros. Después, Juan Sánchez Cotán se entregó a la pintura religiosa... pero eso es ya otra historia.



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ANÁLISIS: Una obra maestra sale a la luz

Un género revalorizado

FRANCISCO CALVO SERRALLER 16/09/2010

A partir de la ambiciosa exposición que dedicó A. E. Pérez Sánchez al bodegón español en 1983, Pintura española de bodegones y floreros de 1600 a Goya, se produjo un cambio espectacular en el aprecio crítico y en la estimación económica internacionales de este género en nuestro país, al que hasta entonces casi nadie prestó atención y, menos, lo consideró digno de confrontarse con los grandes especialistas de Italia y los Países Bajos.

Es cierto que se estimaba lo que realizaron figuras aisladas como Zurbarán o el primer Velázquez, pero pasaba desapercibido lo aportado por los restantes especialistas españoles del siglo XVII. El único precedente significativo en la revalorización del bodegón español fue el de la exposición que promovió Julio Cavestany en Madrid en 1935, aunque sin olvidarnos de la que llevó a cabo José López Rey en 1964 en el estadounidense Museo de Newark. No obstante, la exposición de Pérez Sánchez fue la que desató un cambio de actitud internacional, cuya pasión no ha dejado de acrecentarse hasta hoy, menudeando desde entonces las muestras en los mejores museos del mundo, multiplicándose los coleccionistas y aumentando su cotización de manera exponencial.


En relación con este revolucionario giro, el caso más espectacular es el de Juan Sánchez Cotán, un artista que, tras una laboriosa carrera en Toledo, ingresó como lego en la Cartuja de Granada a los 43 años, donde continuó pintando obras ya exclusivamente de naturaleza religiosa. Antes de profesar como religioso, Sánchez Cotán hizo un inventario testamentario de sus bienes, entre los que consignó poseer unas 60 pinturas propias, la mitad de las cuales eran de carácter religioso, destacando entre el resto 11 retratos y nueve bodegones. Entre los conservados de estos últimos, hasta ahora se reconocían como indiscutibles media docena. En cualquier caso, la obra de Sánchez Cotán presenta una diferencia de calidad desconcertante entre la originalidad y excelencia de sus bodegones y la aurea mediocritas de sus otros géneros.


Sus bodegones no solo rivalizan con maestros de otros países, sino que constituyen la piedra basamental de la identidad histórica del bodegón español. No solo causaron un impacto entre sus colegas, dejando una huella evidente en seguidores suyos, como Felipe Ramírez, Alejandro de Loarte o Juan Van der Hamen, sino que reflejan como ninguno un trasfondo cultural y un tipo de sensibilidad genuinamente españoles. Hoy ya nadie duda de que Sánchez Cotán sea uno de los más precoces y mejores especialistas en la pintura naturalista de bodegones en la Europa al filo de 1600, ni que constituya la llave maestra para la definición histórica y estética de este género en nuestro país.


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Las primeras flores que protagonizaron un bodegón



VALLEJO, Miriam:Las primeras flores que protagonizaron un bodegón

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  • GARCÍA ,A.:  El “último” Sánchez Cotán. Identificado un nuevo bodegón del gran maestro toledano del XVI.—En  El País, 16-09-201
  • CALVO SERRALLER, F.:  Un género revalorizado.  Analisis : una obra maestra sale a la luz.—En  El País, 16-09-2010
  • VALLEJO, Miriam:Las primeras flores que protagonizaron un bodegón.— RTVE, 06-10-2010 .—Disponible en:  http://www.rtve.es/noticias/20101007/primeras-flores-protagonizaron-cuadro/359838.shtml


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Creación: septiembre 2010 / Última modificación: