Naturaleza
siempre viva
Sánchez
Cotán
A don Emilio Orozco Diaz
Un bodegón. No es comestible.
Son seres sólo imaginarios
Con forma y color muy concretos,
Realidades para los ojos.
Un gran silencio las envuelve.
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Aparición en la ventana.
Son meras frutas y hortalizas.
Membrillo y col penden colgados.
En la madera del alféizar
Se apoyan melón y pepino.
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Los objetos-objetos
Descansan, reductibles
A su materia inerte
De modo radical,
Tan intenso, tan puro
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Que la materia alcanza
Plenitud de sentido,
Como si revelase
Ya la noción del Ser
Ante quien ve y admira,
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De pronto ingenuamente aristotélico.
Jorge Guillén
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