Dice Félix Urabayen que en los Montes de Toledo "acabada la segunda guerra civil, algunos defensores de "Dios, Patria, etc.", no quisieron reintegrarse a la paz de sus hogares y se quedaron en el monte. Así nacieron los Juanillones, Magros, Castrolas y demás héroes romancescos que durante muchos años tuvieron en jaque a la Guardia civil" (1) . Entre estas partidas carlistas, la facción Palillos fue una de las mas activas en la zona, compuesta por vecinos de los pueblos de La Guardia, Urda, Malagón, Fuente del Fresno, Villaminaya y otros, capitaneada por Rito Flores, que frecuentemente comenten todo género de tropelías. Esta cuadrilla que se traslada al término de Marjaliza, desde donde le es mas fácil y cómodo ejercer la rapiña en el de Orgaz y los de Sonseca y Mazarambroz. Tenemos noticias sobre cómo la facción Palillos tenía su cuartel general en Marjaliza, por el testimonio de don José María Gallego, capitán de la Tercera Compañía del Cuarto Batallón de la Milicia Nacional de la provincia de Toledo, que, un par de años antes a los hechos que narramos, intentaba controlar a la facción carlista desde Yébenes:
Los ataques de la Facción Palillos eran de forma tal, que en los pueblos sobre los que actuaban, como Orgaz, las labores del campo estaban limitadas a las fincas próximas a los muros de la población, porque los que se alejaban caían en poder de aquellos forajidos: apaleaban sin consideración a los indefensos gañanes, les robaban los animales y cuantos efectos llevaban.
Orgaz organiza su defensa
Varias
veces habían intentado los facciosos acercarse a la villa
para realizar sus frecuentes fechorías, pero siempre sin
resultados prácticos, porque los milicianos los rechazaban
valerosamente.
No satisfechos
aquellos malvados con los crímenes que acababan de perpetrar,
entraron en la población, donde cometieron asesinatos,
robos, incendios y violaciones con saña propia de refinados
criminales.
El espanto y consternación se apoderó del vecindario,
y todos procuraban refugiarse donde se creían libres de
aquellos desalmados.
Venido el
nuevo día hicieron a los prisioneros escribir cartas a
sus respectivas familias, en las que las decían que si
con toda urgencia no les remitían las cantidades que les
exigían los facciosos por sus rescates, serían fusilados.
Algunos familiares entregaron las cantidades pedidas como rescate,
pero sólo uno de ellos fue liberado. Los demás fueron
todos fusilados en la plaza pública, quedando sus cadáveres
abandonados por varios días, y hubieran sido pasto de los
perros si el Cura párroco de Porzuna D. Antonio Jenjo,
auxiliado por alguno de sus feligreses de buena voluntad, no los
hubiese conducido, ya en putrefacción, al Cementerio provisional,
donde les dio cristiana sepultura. Sus restos fueron trasladados
al cementerio de Orgaz en el año 1909.
Testimonio Por su cercanía en el tiempo y por su viveza, recojo aquí el testimonio de D. Román López-Guerrero Martín de la Puerta , descendiente de una de las victimas de la Facción palillos:
Relación de las víctimas En las tres publicaciones que refiero y se reproducen en este mismo artículo ( Memoria de Don Anselmo de la Cruz , Un recuerdo del cronista Moraleda, Breve reseña de las víctimas) y en el cuadro conmemorativo pintado por Madrazo, que se custodia en el salón de sesiones del Ayuntamiento, se dan los nombres de las víctimas orgaceñas de la Facción Palillos, no siendo coincidentes en su totalidad. El lector puede consultar las cuatro relaciones.
_____________________________ (2) Toledo, 10 de noviembre.-- En Eco del Comercio, 14 de noviembre de 1837. (3)
Pregón XXII Dia del Embellecimiento del Pueblo.-
En el Sustanciero, 13, 2006, p. 9
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Creación: junio 2003 / Última modificación: