Don
Luis Hurtado escribe un discurso apologético dirigido a
Don García Jiménez de Herrera , párroco de
Santo Tomé entre los años 1642 a 1668, para animarle
a defender uno de los mayores tesoros de su templo, que no es
otro que la tumba del señor de Orgaz, Don Gonzalo Ruiz
de Toledo, del que extraigo el siguiente texto:
" El Ilustre Caballero Don Gonzalo Ruiz de Toledo fue ascendiente
de la nobilísima casa de Orgaz y varón estrenuo
[valiente] y famoso de la gran familia y estirpe de los Toledo,
tan antigua en esta Imperial Ciudad que no sé si como Rómulo
a Roma o Alejandro a Alejandría le dio o le tomó
el nombre. Su padre fue Ruy Gutiérrez de Toledo,
Señor de la antigua y rica villa de Orgaz y de las casas
antiquísimas de sus abuelos, cuna de Ildefonso y Godo,
solar de España de cuyos héroes y sucesiones hizo
ilustre y genealógico Discurso, Don Pedro de Rojas, conde
de Mora.
Sirvió
Don Gonzalo a los Señores Reyes, Don Fernando III, Don
Sancho IV y Don Alfonso XI. Como se halla en sus crónicas,
fue Maestro de la Señora Infanta Doña Beatriz, hija
del dicho Señor Rey Don Fernando III de Castilla y esposa
del Señor Rey Don Alfonso IV de Portugal y del dicho Señor
Rey Don Alfonso XI su sobrino, dando con sus virtudes alma a la
virtud de una Reina de Portugal que mereció el renombre
de prudente y santa; y con su valor, espíritu regio y valeroso
esfuerzo [alma] a la virtud de un Rey de Castilla que mereció
ser llamado en España el conquiridor o conquistador muriendo
sobre el escudo.
Acompañó
Don Gonzalo el valor de caballero con las virtudes de religioso,
tanto que en la caridad fue insigne y en la religión y
culto divino pródigo. Fundó el antiguo Hospital
del Abad Antonio, vulgarmente llamado de San Antón, en
unas casas de campo suyas junto a la Ermita de San Eugenio el
año de 1316 dejándole dotado de suficiente renta
para la curación de las enfermedades de fuego más
frecuentes en España cuando lo eran menos las de Francia.
Edificó y dotó de ornamentos y preseas [alhajas]
ricas la Iglesia Parroquial de San Justo y Pastor, mártires
de Alcalá, que es la 16 en antigüedad. Otrosí
reedificó, ilustró y amplió la [Iglesia]
Parroquial de Santo Tomé Apóstol, 6 en orden, que
se hallaba con estrecha y humilde fábrica entonces.
Y por parecernos que prueban bastantemente los fundamentos de
estar sepultado en ella unas cláusulas del Memorial que
en cumplimiento de una cédula del Señor Rey Don
Felipe III y provisión del Consejo del Eminentísimo
Señor Cardenal-Arzobispo de Toledo, Don Bernardo de Rojas
y Sandoval, escribió el Doctor Francisco de Pisa del origen,
calidad y milagros de los santuarios e imágenes de devoción
sitas en esta Imperial Ciudad de Toledo y su término, nos
valdremos de ellas. En la primera que habla de la Parroquial
de Santo Tomé Apóstol dice así: La
parroquial de Santo Tomé Apóstol en la forma que hoy
está, mandó reedificar a sus expensas el generoso
Caballero Don Gonzalo Ruiz de Toledo, que antes estaba en forma
pequeña y maltratada; que es el mismo que fundó la
Parroquial de esta ciudad dedicada a San Justo y Pastor. Este
Caballero (según lo escribe Pedro de Alcocer en la "Historia
de Toledo", libro 2, cap. 20, donde trata del Monasterio de San
Agustín), era natural de Toledo, descendiente del claro linaje
de Don Esteban Illán. Era Notario Mayor de Castilla,
que es lo que ahora llamamos Canciller Mayor, título que
usan los Arzobispos de Toledo. Era Señor de la villa
de Orgaz, que en aquel tiempo no tenía título de Conde.
Mandó y fue su voluntad ser sepultado en el lugar más
humilde de esta Iglesia, que fue junto al umbral de la puerta, en
el cual lugar está en-errado; y se labró después
allí la Capilla de Nuestra Señora, también
humilde y de poca obra, que en nuestra edad se ha hecho de nuevo
y ampliado sin tocar en el sepulcro de este Siervo de Dios.
Dentro de la capilla, en una pared, se ha puesto una gran losa con
nuevo Epitafio en lengua latina, compuesto por el Maestro Álvar
Gómez, en que se declara cómo el buen Caballero dejó
ordenado en su testamento que cada año se celebrase con solemnidad
la fiesta del Apóstol Santo Tomás, dejando obligado
al Concejo de su villa de Orgaz a traer para esta fiesta ocho pares
de gallinas y dos carneros, y dos cueros de vino, 800 maravedís
en dinero y dos cargas de leña; todo para los clérigos
de esta Iglesia y pobres de la parroquia; y otro tanto al Monasterio
de San Agustín con obligación de que un predicador
de aquella casa predique este día en Santo Tomé.
En este sermón se refiere y cuenta un Milagro notable que
acaeció al tiempo que iban a enterrar el cuerpo de este Santo
Caballero en esta Parroquia e Iglesia: que los gloriosos San Esteban
Protomártir y San Agustín, a los cuales tuvo en vida
particular devoción, bajando del cielo visiblemente, con
sus propias manos le enterraron, diciendo estas palabras: Tal galardón
recibe quien a Dios y a los santos sirve.
Esta
Historia y Milagro escribe por más entero Fray Jerónimo
Román, centuria 10. Pasó el año del
Señor de 1323 y está resumida en lengua latina en
más breves palabras en un letrero o inscripción
que juntamente está fijado en la pared de esta Capilla
de Nuestra Señora a la pintura del entierro de este Santo
Caballero con figuras y retratos muy al vivo. Hizóse
con diligencia de Andrés Núñez, cura de esta
Iglesia, en el año del Señor de 1584. (...)"
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Tomado de HURTADO,
Luis: El Señor de Orgaz Don Gonzalo Ruiz de Toledo
y el milagro de su enterramiento.- Toledo: Antonio Pareja
editor, 2001. Prólogo de Ángel Fernández Collado.
pp.52-56 |