El cronista
de los Reyes Católicos, Hernando del Pulgar, en el capitulo
35 de la 3ª parte de su "Crónica de los Señores
Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel de Castilla
y de Aragón" (1), nos relata cómo en noviembre
del año de 1484, se reunen en Orgaz las Cortes del reino,
donde votaron se contribuyese economicamente para la guerra que
entonces se hacia contra los moros del reyno de Granada. Presidió
esta celebre junta don Alonso de Burgos, obispo de Cuenca, y se
hallo tambien presente el duque de Villa Hermosa, hermano bastardo
del rey Dn. Fernando, como capitan general de las hermandades.
En este relato no se hace mención a la presencia en Orgaz
del rey Don Fernando, que sí refiere en sus"Anales" el granadino Francisco Henríquez de Jonquera
Este es el
relato de Hernando del Pulgar (2):
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DE LAS
COSAS QUE PASÁRON en la junta que las hermandades de
las cibdades, é villas é provincias, é
otrosí Alonso de Quintanilla, y el Provisor de Villafranca
que tenian cargo por el Rey é por la Reyna de las administrar,
acordáron de se juntar en el mes de Noviembre de este
año en la villa de Orgaz, para entender en las cosas
de la justicia que el Rey y la Reyna les habian dado facultad
que entendiesen, y en los repartimientos é otras que
complian de se facer. Fuéron presentes en esta junta
el bastardo de Aragón Duque de Villahermosa Capitan
general de la gente de armas de las hermandades, é
Don Alonso de Burgos Obispo de Cuenca que era Presidente.
É juntos en aquella congregacion, é platicadas
algunas cosas necesarias de se proveer: aquellos ministros
relataron los trabajos en la guerra de los Moros, en la qual
se facian tan grandes gastos, que sobrepujaban á las
retas ordinarias que el Rey é la Reyna tenian. Por
ende les encargaban de parte de su Real Magestad, que considerada
aquella necesidad, é la cosa en que se habian de distribuir,
repartiesen allende del repartimiento ordinario alguna suma,
para ayuda de pagar las llevas de los mantenimientos que se
habian de llevar al real el verano siguiente, é para
bastecer la cibdad de Alhama. Otrosí para ayudar á
pagar las costas que se requerian facer en el artillería,
é para pagar los caballos que eran muertos en las peleas
é batallas con los Moros. Aquellos Procuradores é
Diputados oido lo que les fue propuesto, e habida consideracion
á las cosas para las que se demandaba aquella ayuda:
con buena voluntad de todos respondiéron, que les placia
de servir al Rey é á la Reyna con todo lo que
de su parte les era demandado: porque como reyes executaban
la justicia, e como señores defendian sus Reynos, |
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é
como católicos celaban la fe, e como animosos guerreaban
los enemigos, e como prudentes governaban en tal manera
sus Reynos, que cada uno era señor de lo suyo, é
no daban lugar a que ninguno robase lo ageno: é porque
con los tributos que les daban, ellos eran reyes mas poderosos,
é con su poder sus súbditos eran mas honrados
é defendidos. Ansimesmo respondieron, que si á
los Reyes pasados se facian servicios é pagaban tributos,
visto que algunas veces se distribuian ménos debidamente
que debian, aquellos se otorgaban con cargo, é se
repartian con dificultad, é se cogían con
trabajo. Pero considerando que la intencion con que se pide
este servicio es recta, é la guerra en que se gastaba
es sancta, é la manera del gastar veian ser reglado:
les parecia que la razon les obligaba á contribuir
nuevas contribuciones, pues se facian nuevos e necesarios
gastos. É allende del repartimiento que ordinariamente
pagaban para el sueldo de la gente de armas que continaba
en la guerra, les placia de servir este año con doce
cuentos de maravedis, para pagar los aquileres de las bestias
que habian de llevar los mantenimientos al real, é
al proveimiento de la cibdad de Alhama é de las villas
de Álora é Setenil: é mas otro medio
cuento de maravedis para pagar las bestias é ácemilas
que se muriéron el año pasado llevando los
bastimentos, é ansimesmo lo que se gastaba en la
artillería. Dada esta respuesta por los Procuradores
del Reyno, é presentada á la Reyna por el
Duque de Villahermosa, é por el Obispo de Cuenca,
é por los otros comisarios que fueron presentes en
aquella junta: la Reyna resgradeció la obediencia
que los Procuradores de sus Reynos mostraron. E considerando
que por las derramas que se cogian en el Reyno, sus subditos
sentirian alguna fatiga: acordó que no se repàrtiesen
mas de los doce cuentos necesarios para el aquiler de las
bestias que habian de llevar los bastimentos al real, é
al proveimiento de Alhama é Álora é
Setenil porque estas no se podian escusar. Todos los otros
repartimientos mandó se cesasen, é mandó
dar sus cartas para los Diputados de las provincias, que
no repartiesen otra suma allende de aquellos cuentos.
[pg. 235-236] |
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(1) Crónica de los Señores Reyes
Católicos Don Fernando y Doña Isabel de Castilla
y de Aragón, escrita por su cronista Hernando del Pulgar;
cotexada con antiguos manuscritos y aumentada de varias ilustraciones
y enmiendas, de Hernando del Pulgar, Valencia, en la imprenta
de Benito Monfort, 1780.
(2) Texto e imágen tomados de: PULGAR, Hernando
del: Crónica de los Señores Reyes Católicos
Don Fernando y Doña Isabel de Castilla y de Aragón
/ escrita por su cronista Hernando del Pulgar ; cotexada
con antiguos manuscritos y aumentada de varias ilustraciones y
enmiendas .- Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes,
2003 .- Reproducción digital del microfilm de la edició
original de Valencia, Imp. de Benito Monfort, 1780..- Disponible
en www.cervantesvirtual.com [Consulta: 20.07.2004]
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