Dada la importancia que la cal, las caleras y los caleros han tenido en la villa de Orgaz, no podemos pasar por alto la alusión a un vestigio existente en el castillo, que de no conocer su origen puede resultar inexplicable para el visitante del castillo.

Tras el abandono del castillo a partir del siglo XVIII el edificio se fue deteriorando con el tiempo hasta convertirse en una ruina, estado en que llegó hasta mediados del XX. Durante este tiempo de abandono el recinto tuvo usos variopintos, tales como corral de ganados o calera. Testimonio de estos usos es el horno de cal que nos ocupa que estuvo activo más de treinta años en el siglo pasado.

En el soportal del patio de armas del castillo, junto a la escalera que da acceso a la crujía oeste, actualmete existe un hueco de forma circular a ras del suelo, recubierto de cerámica, como si fuera un pequeño estanque. Se trata de los restos de un horno de cal que existió en ese mismo lugar.

En la última restauración llevada a cabo el horno se colmató y se conservó solamente su parte superior o pretil, rodeandolo con una barandilla y un acceso enmarcado por dos pilares.

En estas dos fotografías realizadas en torno a 1965 se aprecia parte del horno de cal y su pretil.