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PERSONAS: OTROS NOMBRES

JUDIOS CONVERSOS EN ORGAZ


La vida de los judios en los reinos cristianos de la península ibérica pasó por vicisitudes diversas a través del tiempo. En el siglo XV había un gran número de ellos que se habian convertido al ctristianismo, muchos porque se vieron forzados, siendo mirados con desconfianza por los cristianos viejos y frecuentes los enfrentamientos entre ambos colectivos. Los judios fueron expulsados por los Reyes Católicos en 1492, y todo judío que decidía pernacer en sus reinos debía bautizarse y abandonar la práctica de su religión. A partir de entonces los judios conversos fueron sometidos a vigilancia y presión contínua, siendo susceptibles de ser denunciados ante la Inquisición si se dudaba sobre la sinceridad de su conversión.

Juan de Lucena , nacido en Toledo entre los años 1430 a 1440, fue un judío converso, una persona culta, que regentó la primera imprenta de libros hebreos en Castilla, seguramente en la Puebla de Montalbán (Toledo). Tuvo seis hijas: Beatriz, Catalina, Leonor, Teresa, Guiomar y Juana, que fueron educadas en secreto de acuerdo con la ley y las tradiciones judías. La mayor Beatriz fue vecina de Orgaz y sabemos que Teresa murió en Orgaz.

He tenido noticia de estas conversas vecinas de Orgaz, y de algún otro converso orgaceño, en un trabajo de Manuel Serrano y Sanz titulado «Noticias biográficas de Fernando de Rojas autor de la Celestina y del impresor Juan de Lucena» (1) , en el que indaga en varios procesos de la Inquisición en busca de datos biográficos relativos al autor de La Celestina y del referido impresor Juan de Lucena. Uno de los procesos que estudia es el seguido contra Teresa, hija de Juan de Lucena. Este artículo es la fuente principal de todo lo que sigue y a él pernecen los textos que reproduzco.

 

. Juan de Lucena

Cuando en julio y agosto del año 1467 ocurrieron en Toledo las sangrientas luchas de cristianos viejos y conversos, Juan de Lucena se trasladó con su familia a Sevilla y transcurridos algunos años, ya calmada la efervescencia que había en Toledo contra los conversos, Juan de Lucena volvió a la ciudad imperial y residía unas temporadas allí y otras en la Puebla de Montalbán. Entonces se dedicó a imprimir libros en lengua hebrea, siendo uno de los primeros en establecer un taller de impresión en España (2) , tarea en la que era ayudado por sus hijas Teresa y Catalina; en la sentencia que la Inquisición dio contra Catalina el 6 de julio del año 1531, se dice que le «auia ayudado á hazer libros de molde en hebraico», y Catalina reconcoció el 11 de Julio del año 1485 «haber delinquido en ayudar a mi padre ha hazer escriptura abrayca por moldes, los quales pecados yo hize, cometí siendo donzella en casa de mi padre.»

Llegó un momento en que Juan de Lucena comenzó a hacerse sospechoso para la recién establecida Inquisición y comprendió que le iba a ir mal por lo que decidió marchar a Roma, hacia el año 1481.Sus hijas siguieron en España.

 
  Converso "reconciliado" portando el "sambenito". (3)

Años después Juan de Lucena fue condenado "en ausencia" por la Inquisición y sus hijas fueron denunciadas de practicar la religión judía por un vecino de Toledo que compareció el 11 de octubre de 1485 ante la Inqusición formulando las siguientes acusaciones:

"Yten dixo que sabe e vido cómo Beatris, muger de Fernando Dias, vecino de Orgaz, que guardaua el sábado y ayunava el ayuno mayor de los judios y comia pan çençeño y no comia las cosas vedadas en la ley de Moysen y rezava oraciones judaycas aquí en Toledo. Lo mismo que á esta Beatris vido fazer á Catalina de Lucena, muger de Garcia de Montalvan, vecino de Madrid, que es hermana desta Beatriz. Esto mismo fazia Guiomar de Lucena, donzella, que está en casa del licenciado de Lucena que biue á San Migel. Esto mismo fazia Leonor e Teresa, fijas del dicho Juan de Lucena, hermanas destas otras, que biue en la Puebla de Montaluan con vna tia suya; todas éstas siendo donzellas en casa de su padre en esta ciibdad de Toledo".

Tras la acusación, alguna de ellas fueron procesadas y condenadas con multas y años de cárcel, como veremos.

 

Teresa de Lucena

Teresa , una de las hijas que trabajó en la imprenta paterna, terminó sus días en Orgaz en 1545 o 1546.

Cuando contaba solamente con diez y siete años, fue llamada a declarar por la Inquisición por se sospechosa de mantenerse en la fe judía. El episodio concluyó el 28 de octubre de 1485 , con la abjuración de sus errores por parte de Teresa y su consecuente "reconciliación" o reintegración a la Iglesia.

Andando los años, Teresa, viuda ya del mercades Juan de Jarada, fué denunciada y procesada por la Inquisición. El Fiscal, Diego Ortiz de Ángulo, la acusó el 6 de Abril de 1530 de estos horrendos pecados:

«encendió candiles los viernes en las noches y guisó del viernes para el sábado y comió dello; vistió ropas limpias en los tales dias y en otros; leyó en la Biblia romançada y guardó las Pasquas de los judíos con las ceremonias que pudo, y comió pan çençeño y entró en las cavañuelas dé los judios y comió de sus frutas.»

A pesar de su avanzada edad fue llevada á la cámara del tormento, aunque no llegó a sufrir tortura y finalmente el 16 de julio de 1531 fue condenada a cárcel perpetua y a llevar el sanbenito (3):

«E porque conste e paresca sy anda en luz ó tiniebla la condenamos á cárçel perpetua e que traya sobre todos sus vestidos vn hábito amarillo con el aspa de Sant Andrés, e que guarde e cunpla las otras penitencias que por nos le sean ynpuestas, e que no use de las cosas prohibidas á los tales reconciliados en derecho e arbitrariamente so pena de impenitente relapsa».

Pasados tres años, el 14 de enero de 1534 el Arzobispo D. Alonso Manrique, Inquisidor general, mandó que fuese puesta en libertad, a condición de pagar una cantidad para el rescate del cautivo Lope Pérez de Lasalde.

Muerta ya Teresa, en el año 1549 presentó una delación contra la memoria de ésta su criada Inés López, diciendo que después de indultada observaba algunas costumbres judaicas, cuales eran descansar en los sábados y no comer tocino.

 

Beatriz de Lucena y otros conversos de Orgaz

 

Inicio de la comparecencia de Beatriz de Lucena ante el inquisidor en Orgaz el 23-11-1529

La hija mayor de Juan de Lucena, Beatriz, a la sazón vecina de Orgaz, casada con Hernando Diaz, de edad cercana a 80 años, fue llamada a compadecer ante el inquisidor Juan Yañez y el notario Francisco Ximenez en Orgaz cosa que hizo el 23 de noviembre de 1529. Toda su comparecencia fue sometida a un interrogatorio para sacarle la información que ella tuviera sobre determinados judíos sospechosos de seguir practicando su religión.

El 9 de enero de 1530 Beatriz compareció en Toledo ante los inquisidores Alonxo Mexia y Pedro de Vaguer.

En sus declaraciones encontramos información sobre la presencia de judíos conversos en Orgaz, como lo eran sus hijos Pero Diaz, Gonzalo Diaz y el bachiller Juan Diaz vecinos de Orgaz. Tiene una hija que vive en Almagro.

Dice Beatriz que su tío Hernando de Lucena, casado con Leonor de la Peña "fue arrendador allí en Orgaz" y que era practicante de la ley de Moises.

Entre los muchos nombres sobre los que indagan los inquisidores, se afirma expresamente que son vecinos de Orgaz: Sancho de Cordoba , Alonso Rodriguez y su mujer, Juan Herrero y Garçi Lopez Herrero.

Comparecencia de Beatriz de Lucena ante el inquisidor en Orgaz el 23-11-1529

 

 

Para saber más:
 
 
  • VILLACAÑAS BERLANGA José Luis: Sombra y fantasma: Juan Lucena como testigo.—En Historia, antropología y fuentes orales, ISSN 1136-1700, Nº 46, 2011, págs. 121-142

 

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(1) SERRANO Y SANZ. Manuel: Noticias biográficas de Fernando de Rojas autor de la Celestina y del impresor Juan de Lucena.— En Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, nº 4-5, 1902, pp. 245-303

(2) GUTIÉRREZ DEL CAÑO, M.: Ensayo de un catálogo de impresores españoles desde la introducción de la imprenta hasta fines del siglo XVIII.-- En Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos III (1899), pp. 662-671; IV (1900), pp. 77-85, 267-272, 667-678 y 736-739

(3) El sambenito era un una especie de escapulario que debían llevar los penitentes reconciliados siempre que salieran a la calle para hacer visible su condición. Fue una disposición del Inquisidor General, Tomás de Torquemada: "Que los reconciliados traigan toda su vida un sambenitillo de color negro o pardillo de paño de la tierra, de dos palmos en largo y uno en ancho, con dos cruces, una detrás y otra delante, coloradas, de palmo y medio de largo, y de través de un palmo y tres dedos en ancho, el cual han de traer sobre sus vestiduras" JIMÉNEZ MONTESERÍN, Miguel: Triunfo de la Católica Religión. El auto de Fe de Cuenca de 1654,-- Cuenca: Diputación Provincial, 2010, p. 68.
La palabra sambenito procede de saco bendito.


 
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Creación: octubre 2000 / Última modificación: