Sublevación militar. 18 julio 1936
El 18 de julio de 1936 comenzó la rebelión de una parte del ejército español contra el gobierno constitucional. Una rebelión cuyo fracaso, al no hacerse de forma rápida con el poder, dio lugar a una guerra entre los españoles que duró tres años. En los días siguientes la división del territorio nacional entre los sublevados y los leales al gobierno empezó a dibujarse con nitidez. Los sublevados impusieron en el territorio que iban ocupando la represión contra quienes se les resistieran. El Gobierno, que no logra sofocar la rebelión, reorganizó la parte del ejército leal y surgieron las milicias populares. A finales del mismo mes de julio la mayoría de las poblaciones de la actual Castilla-La Mancha permanecían fieles al Gobierno republicano salvo el reducto del Alcázar de Toledo, ciudad que inicialmente fue controlada por los sublevados, si bien el día 21 terminaron parapetándose en el Alcázar ante la llegada de una columna de tropas gubernamentales al mando del genral Riquelme, donde permanecieron asediados hasta que la ciudad fue tomada el 21 de septiembre por la fuerzas de Franco mandadas por el General Valera.(1)
Tras la toma de Toledo, la provincia se divide, quedado bajo el control republicano los municipios de los partidos judiciales de Orgaz, Lillo, Madridejos, Navahermosa, Quintanar de la Orden, Ocaña y parte del de Toledo (Guadamur, Polan, Cobisa, Arges, Layos y Burguillos). El frente quedó establecido al sur del Tajo (3). Las instituciones provinciales de la Administración fueron trasladadas mayormente a Ocaña. En Orgaz se establecieron la Comandancia militar y la Caja de Reclutas.
En la provincia de Toledo el movimiento conspirador y la sublevación militar se fraguó en torno a la Comandancia Provincial de la Guardia Civil:
Basart fue el que puso en marcha el proceso de concentración en la capital de todos los efectivos de la Guardia Civil de los pueblos con sus familiares, maniobra que fue decisiva tanto en la capital como en los pueblos:
Efectivamente, en la mayoría de los pueblos de la provincia, en ausencia de la Guardia Civil, las derechas en general se abstuvieron de actuar o se sometieron y se dio el control popular sin apenas violencia:
No obstante lo anterior, en algunos pueblos, como Orgaz, los partidarios de la sublevación convenientemente armados tomaron la iniciativa y se hicieron con el poder, si bien se rindieron a los pocos días. En algunos pueblos los republicanos locales recibieron el apoyo armado de milicianos venidos de fuera, como ocurrió en Orgaz donde las clandestinas escuadras falangistas, con ciertos apoyos civiles, se adueñaron de la calle y terminaron cediendo cuando llegaron fuerzas milicianas desde Mora. Así nos lo relata la crónica local:
La villa de Orgaz permaneció durante toda la contienda en zona republicana. ___________________
(1) Ver: RUIZ ALONSO, José María: La Guerra Civil en la provincia de Toledo : Utopía, conflicto y poder en el sur del Tajo (1936-39). - Ciudad Real : Almud, 2004, pp. 231-244 (2) Mapa tomado de Alquivira. Recursos para las asignaturas de Ciencias Sociales (3) Ver: REQUENA GALLEGO, Manuel: Aspectos militares de la guerra en Castilla-La Mancha, del Alcázar de Toledo a las Brigadas Internacionales.-- En ALÍA MIRANDA F., VALLE CALZADO Á. R. del (Coord.): La Guerra Civil en Castilla-La Mancha, 70 años después : Actas del congreso internacional .-- Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2008, pp. 395-412
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Creación: octubre de 2004 / Última modificación: