¡Agua! ¡agua!, Cristo del Olvido
En los casos de gran sequía, se sacaba por por el campo al Cristo del Olvido, acudiendo los fieles del pueblo presididos por el Sr. Cura. Durante esta rogativa se cantan estas coplas.
I
¡Agua! ¡agua!, Cristo del Olvido,
¡No nos desampares divino Señor!
porque entonces todos moriremos
de sed y de hambre, ¡Qué triste dolor!
¡Qué triste dolor!
II
Pajarito de siete colores,
que andas por el campo de aquí para allí,
y te comes el pan de la gracia,
y el Cristo de amores se muere por ti
se muere por ti.
III
Mira, Padre de misericordia
tantos inocentes como hay, Señor,
que le piden el pan a sus padres
dárselo no pueden, ¡qué triste dolor!
¡qué triste dolor!
IV
Pajaritos que estáis en el campo
Tristes y afligidas sin poder cantar
Al mirar que los campos se secan
Ya sin remedio todos morirán
todos morirán.
Texto recogido en Orgaz por Bonifacio Gil en 1949. Ver " "Canciones antiguas de Orgaz recopiladas por Bonifacio Gil García en 1949 nº 4 ).
Variantes:
Por el árbol
sagrado y divino
donde está cifrada nuestra
redención
te
pedimos el agua abundante
para nuestros campos,
Divino Señor (bis)
Cristo
del Olvido,
hermoso retrato,
envíanos agua
para nuestros campos.
Los campos
se secan,
has hierbas no nacen,
y los corderitos se
mueren de hambre
Anécdota: El Cristo del Olvido es el patrono de Orgaz, y coloquialmente se alude a él como "El Moreno", por la tez morena de la escultura. Esta imagen goza de gran devoción entre los orgaceños, y se cuenta que cuando se le ha sacado en rogativa, al regresar la procesión hacia la iglesia siempre ha comenzado a llover. Tanta era la fe en los poderes del Cristo para atraer la lluvia, que en uno de estos casos un labrador, al comenazar la lluvia, exclamó a voz en grito: ¡¡¡ Viva el Moreno, que puede más que Dios !!!, siendo correspondido por los congregados con el consabido ¡Vivaaaaa!
Sequía
del año 1840
Don Juan Moraleda nos dejó escrito
este romance que recogió de las tradiciones orales de Orgaz,
referido a la sequía que hubo el año 1840, en que los orgaceños
sacaron al Cristo del Olvido en rogativa y el Cristo puso remedio
enviando la lluvia pedida:
De los pueblos comarcanos
Yébenes, Mora, Sonseca
Manzaneque, Almonacid y Mascaraque
Grupos de fieles que acuden
A la consigna orgaceña
Para acompañar a Dios
Por dilatada carrera
(…)
Todos cantando y llorando
Ahogados por honda pena. (1)