Sumario: Los camineros de Orgaz Las casillas de Orgaz Algo de historia

ALGO DE HISTORIA

Los peones camineros, conocidos como “Camineros” eran un cuerpo de funcionarios del Estado que tenían encomendada la misión de vigilar y conservar los caminos y carreteras.

Cada caminero tenía encomendado un tramo de carretera, al que llamaban “trozo” que venía a medir una legua (5,572 m).

Normalmente en cada trozo existía una casa, situada a la vera de la calzada, en la que estaba obligado a vivir el correspondiente caminero, con objeto de facilitar su trabajo de conservar y reparar el trozo que tenía encomendado. Esta casa, conocida como “casilla”, no sólo era la residencia del caminero y su familia , también era un punto de auxilio a los viajeros en caso necesario.

El Peón Caminero

Este sistema de conservación de carreteras se inició en el siglo XVIII, siendo el Reglamento de conservación de los caminos, publicado en 1762 reinando Carlos III, el primer documento en que se habla de los camineros y sus casillas.

El trabajo y la vida de los camineros estuvo siempre muy reglamentada. En 1842 se publica el primer Reglamento para la organización y servicio de los Peones Camineros (2) en el que se establecieron las categorías, las condiciones para acceder al Cuerpo, las obligaciones, el vestuario y los sueldos, premios y sanciones, etc.

En el art. 25 de este Reglamento además de las labores de conservación de las carreteras les atribuye funciones de Guarda Jurado:

Gaceta de Madrid, 11-07-1842

Y en el art. 26 establece las obligaciones y las duras condiciones de trabajo del caminero:

Gaceta de Madrid, 11-07-1842

A este Reglamento se sucedieron otros en el curso del tiempo, en los que se fue suavizando el régimen de vida y el trabajo de los camineros y se fueron incorporando algunas mejoras sociales, aunque siempre fue un trabajo duro y esclavo.

En el libro Los años del miedo. La nueva España [1939-1952] de Juan Eslava Galán encontramos un testimonio de esta realidad, ya en el siglo XX:

“El peón vive con su familia en una modesta casilla de peones camineros, al borde de la carretera, en el tramo encomendado a su media docena de gallinas y un jaulón con conejos. A veces, si hay agua cerca, se complementa con un huertecillo que queda al cuidado de la mujer. Algunos peones prefieren que la familia viva en el pueblo para que los niños puedan ir a la escuela, y se conforman con visitar el pueblo una vez al mes, para dormir con la parienta, mudarse de ropa y proveerse de alimentos.
Las carreteras no están señalizadas. La distancia hasta la próxima población se indica en letreros de fondo azul y letras blancas inscritos sobre los muros de las casillas de peones camineros. La única señalización se encuentra a la entrada y a la salida de la población: una placa metálica con el nombre del pueblo y una insignia falangista, el yugo y las flechas, de 2 metros de altura, hecha por el carpintero del pueblo, pintada de bermellón. El alcalde y jefe local de la Falange, se ocupa de mantenerlo en perfecto estado”. (3)

Cómo eran las casillas

El 25 de junio de 1852, en tiempos de Isabel II, se publicó un Real Decreto (4) en el que se ordenó la construcción de casillas en todas las carreteras generales para alojamiento de los camineros y se estableció como debían proyectarse:

Gaceta de Madrid, 27-06-1852

Años después los ingenieros Lucio del Valle, Víctor Martí y Ángel Mayo diseñaron un modelo de casilla doble que fue aprobado por la D.G de Obras Públicas el 28 de enero de 1859 (5). Este modelo se fue implantando por la red de carreteras españolas.

La casilla tenía un vestíbulo común para las dos viviendas y un patio trasero, también común.

El edificio tenía una superficie de 110 m2 y el huerto tenía 70 m2.

La casilla se ubicaba junto algún cauce de agua o bien se abría un pozo.

En el patio trasero podían tener un huerto y corral con animales.

El final

Con el avance de la civilización los vehículos de tracción animal se fueron sustituyendo por los de motor y los caminos por carreteras,y el sistema de carreteras se fue sofisticando. Ante esta nueva situación la función del caminero fue quedando desajustado y anacrónico.

Con la llegada de los tecnócratas a los gobiernos de Franco el desarrollismo suplantó la autarquía de la postguerra con los Planes de Desarrollo (1964-67 y 1968-72). En este contexto se aprobó el Plan de Carreteras de 1962-1978. La nueva situación de la economía y de las comunicaciones hizo necesario reestructurar el sistema de conservación basado en los camineros. Se juntó a los trabajadores en brigadas de conservación y se crearon parques de maquinaria de zona. En la actualidad esta actividad reside en los centros COEX, Centros de Conservación y Explotación...

Las casillas fueron quedando deshabitadas y aquellas que no tuvieron algún uso nuevo, con el abandono, se fueron arruinando. Pasado el tiempo el Estado ordenó la demolición de todas las casillas de la red estatal, salvándose aquellas que habían sido reutilizadas.

Este es el motivo de la desaparición de las tres casillas que hubo en Orgaz, fueron demolidas.

Para saber más

• FÉLIX GARCÍA, Roberto: Casillas de peones camineros en las carreteras toledanas.-- En Blog Puentes, carreteras, ferrocarriles en la provincia de Toledo, julio de 2020
  
• CASAS NAGORE Carlos: Casillas de camineros. En Blog Historias de carreteras, Mayo 2020
  
• CASAS NAGORE Carlos: Los peones camineros y la conservación de carreteras. En Blog Historias de carreteras, Mayo 2020
  
  

Casilla en Madridejos (Toledo).. Carretera de Colmenar de Oreja a la N-401 de Toledo a Ciudad Real.
Foto: Google maps

___________________________________

(1) MINISTERIO DE OBRAS PUBLICAS: Plan de Modernizaci´n de la red de carreteras españolas.-- Madrid Fundación Juanelo Turriano, 1950, p. 59

(2) Reglamento para la organización y servicio de los Peones Camineros, aprobado en 1 6 de Junio de 1842 .-- Gaceta de Madrid, nº 2831, 11-07-1842.

(3) ESLAVA GALÁN, Juan: Los años del miedo. La nueva España [1939-1952].—Barcelona: Planeta, 2008

(4) Real decreto de 25 de junio de 1852.-- Gaceta de Madrid, nº 6579, 27-06-1852

(5) VALLE L., MARTÍ, V. y MAYO, Á.: Casillas de peones camineros.-- [Madrid] : [s.n.] 1859

Anterior